domingo, 27 de mayo de 2012

Poesía de papel arrugado.

Quiero querer quererte,
quererte impotente,
quererte como no quiere la gente,
quererte hasta que el corazón reviente.

Que nos hablemos en susurros,
no como esos amores que valen dos duros,
de inviernos o veranos impuros,
de esos que ni siquiera hacen planes de futuro.

La agonía del alma calma
las heridas que la piel taladra,
poco a poco tu olor me llama
a buscarte entre las sábanas de tu cama.

Querer quererte siempre,
no como aquellos que lo hacen a regañadientes
que no sabes que cada vez que cada vez que mienten, 
una parte de su ser muere lentamente.

No se si la mejor música que he escuchado es la respiración de cada uno en el pecho del otro, el roce de nuestra piel, tu aliento en mi oído o el jadeo de nuestras almas.

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