Hace tiempo no empapo páginas de lluvia, será que esto de estar contento me ata las manos y no me deja escribir.
Ay Luna, que desdicha la mía la de tener un cielo delante y solo verte a ti, porque parece que solo las balas de tu perfume me atraviesan las fosas nasales y me permiten respirar.
Corona de sueños y agobios, harapo de heroicidades y poca constancia, pero al fin y al cabo Abriles.
Quieren talar nuestro árbol, el que plantamos e hicimos florecer juntos, pero no. No. No lo permitiré, nunca. Porque en pocas cosas he puesto tanto empeño como en él para que de buenas a primeras arranquen mi pequeño brote de Vida. Juré protegerlo, y como biólogo que soy pondré mi Vida en ello.
No hay comentarios:
Publicar un comentario